LA DECLARATORIA DE HEREDEROS; HERRAMIENTA DE DESARROLLO

La declaratoria de herederos, además de ser un proceso donde se disponen y reciben bienes heredados, también es un proceso de desarrollo social en la ecuación de vida que todos formamos. De igual manera, ese proceso resulta ser una escuela de aprendizaje donde los protagonistas herederos, conocen la hoja de ruta para cuando llegue su momento; y así puedan dejar expedito el camino a sus descendientes. Es decir, la declaratoria de herederos nos ayuda en el escenario presente, pero también nos equipa con la herramienta del conocimiento hacia el futuro para así no dejar cabos sueltos que compliquen la convivencia entre hijos, padres y familiares.

De ordinario, una declaratoria de heredero se hace en ausencia de un testamento. En ese proceso, el corredor de bienes raíces deberá asesorarle sobre la contratación de los servicios a utilizarse como son un abogado, un ingeniero agrimensor (de haber segregación) un contable, entre otros recursos. Todo depende de la magnitud y escenario de los bienes heredados. El proceso se inicia con la radicación de la petición de declaratoria de herederos en el tribunal para obtener la Resolución que declara quienes heredan. Posterior a ello se solicita el relevo del Dept. de Hacienda, para identificar que el causante difunto no dejó deudas con el gobierno. Obtenida la resolución del tribunal y el relevo de hacienda, se presenta una escritura de instancia en el Registro de la Propiedad para que se reconozca la participación de cada heredero.

Como se observa, el proceso de declaratoria de herederos tiene su estructura. Cuando se cumple ese proceso, ello implica el desarrollo social que acompaña disponer de bienes heredados, logrando así un objetivo de conformidad para todos. En ese momento, si hubiese bienes inmuebles habrá un corredor de bienes raíces o Realtor®, un vendedor(res), un comprador y posiblemente un financiamiento, lo que crea una sinergia que abona al desarrollo económico del país.

Lo que resultara inapropiado es no hacer nada, o traer al proceso elementos ajenos que se impongan al mismo. Esos elementos ajenos provocan fricciones entre herederos que nada abonan a la culminación de un proceso definido en el Código Civil. Los herederos deberán trabajar en equipo para lograr el objetivo final de bien común. Las influencias indebidas son la causa en muchos casos que paraliza el proceso de declaratoria y provoca que una propiedad se convierta posiblemente en un estorbo público con las consecuencias sociales y económicas que ello representa. De esta manera nadie gana y todos pierden.

Al quedarse bienes heredados en un limbo legal se bloquea el desarrollo del proceso con implicaciones que demuestra falta de civismo y conciencia social.

En síntesis, para el desarrollo saludable de un proceso de declaratoria de herederos, es recomendable la asesoría adecuada y tiempo, para así conocer las herramientas aplicables a cada caso y de esta manera culminar un proceso para el bien de todos.